La cosa está tan rematadamente mal, en fin, que los científicos, que en España siempre fueron considerados un poco frikis, ahora se han visto obligados a lanzarse al monte del subempleo, la marginalidad y la bohemia. Como esa fantástica genetista del CSIC, María Luisa Botella, que el año pasado consiguió 15.000 euros en el concurso de televisiónAtrapa un millón. Botella investiga la HHT, una enfermedad rara hemorrágica que puede causar la muerte y que por ahora no tiene cura.